Ir al contenido principal

Otra historia de Amor



Introducción
Esta es la que considero la segunda parte de mi vida.
No podría escribirla en primera persona, porque el dolor que me produce su recuerdo me atraviesa como una espada.

María soy yo, puedo observar la historia desde lejos, aunque pretendo escribirla hasta la actualidad.
Lo hago simplemente porque quiero reflejar mi versión, que hasta ahora, siento que no fue tenida en cuenta.

Le pido perdón, a aquellas personas que lastimé siguiendo mis impulsos, créanlo o no, no fue intencional, a quien más daño cause fue a mí misma.

Especialmente a mis hijos y a los hijos de mi amante, no fue mi intención herirlos, hice lo que pude como pude.

No me juzguen con dureza, nunca quise hacerles mal.
Inocentemente pensé, que el amor era más fácil, pero cada uno tiene su modo.

Le pido perdón a mi ex marido, aunque nunca pueda perdonarme, ojala entienda que lo único que hice fue vengarme porque me sentía estafada.
 El también tiene responsabilidad en esto, y aunque hay cuestiones que no revelare porque son privadas, el me entenderá porque sabe mis razones.
Nunca las reconocerá públicamente, ni me importa la verdad, son esas cosas que me guardo, pero son fundamentales a la hora de entender.

Le pido perdón a la gente en general, porque los forcé a pensar que la vida podía ser diferente.
Y por último, me pido perdón a mi misma por haberme hecho tanto mal.

Primera Parte

Transformación

María estaba sentada en un banco de piedra, frio como el día.
Eran alrededor de las 6 de la tarde de un día en donde el invierno se va despidiendo, despacio, las sombras iban cayendo,  sin llegar a ser noche.
Cumplía con la rutina de llevar a sus hijos a la práctica del club de futbol del barrio.
Tenía por aquel entonces, unos treinta y tres o treinta y cuatro  años.
Un poco cansada de vivir, el viento de la vida la había golpeado con fuerza, se había resignado a cumplir el rol de madre con una cierta aceptación, poco a poco su rebeldía, iba quedando en el pasado.
El lugar, era bastante inhóspito, una canchita de tierra, donde por la buena voluntad de los padres, se practicaba ese deporte.
Le gustaba el futbol, de pequeña, su padre la llevaba en ocasiones a ver a San Lorenzo, el club de sus amores.
En ausencia de un hijo varón, compartían esa afición.
El padre de sus hijos, era un futbolista frustrado, que se conformaba con jugar los domingos con sus amigos.
Dos veces por semana, concurrían al club, en donde compartía un rato con otras personas, mientras observaba y alentaba a los muchachos.
Los mellizos tenían 8 años.
Lo curioso es que los mellizos, eran completamente diferentes.
María luchaba denodadamente para que no los compararan, hasta los mandaba a la misma escuela en turnos diferentes, para que cada uno, pudiera desarrollar su individualidad.
La mujer venia de la muerte, en el último año, había sufrido cuatro que la dejaron impávida.
Su padre, sus abuelos, y su tía, esa que por la cercanía, la acompañaba en su derrotero.
Nadie se daba cuenta, ni siquiera ella misma, pero estaba devastada.
(Es muy difícil para una mujer asumir su devastación cuando tiene que atender las necesidades de otros).
Sus hijos la necesitaban, su madre la necesitaba, su pareja la necesitaba, pero…la querían?
El padre, tenía 56 años cuando un derrame cerebelar le quito la vida, su tía 52 y sus abuelos ya eran ancianos.
Demasiada muerte, se necesitaba vida.
Faltaba pasión, y esa tarde, fría, se dio cuenta donde podría encontrarla.
A esta altura, su marido se había convertido en un hermano con el que compartía la vida, la casa familiar se había transformado, vivía con su madre, viuda ahora, su hermano, su marido y sus tres hijos.
María giro su cabeza, hacia la izquierda, y vio entrar  dos hombres.
No sabía quiénes eran, pero su corazón se paralizo al ver a uno de ellos.
No lo conocía de nada, pero el impacto fue fuertísimo, el hombre también la miro.
Intensamente…parecía que el tiempo se hubiera detenido.
Era de estatura mediana, pelo negro, un morocho interesante, al menos eso pensó.
Rápidamente, sintiéndose en pecado, volvió a la realidad.
Los hombres se pusieron a hablar con dos de las personas que llevaban el club adelante.
María pregunto a quienes estaban a su lado, quienes eran, tímidamente, haciendo como que no pasaba nada.
Eran de otro club, venían a proponer un partido amistoso.
Se reprocho a si misma la falta, pero le costaba olvidar ese encuentro, ese encuentro que la marcaria para siempre.
Volvió a la realidad, espero que terminara la actividad, recogió a sus hijos y se fue a su casa.
Allí la esperaba su hija, un año mayor que los mellizos, preparo la cena, espero la llegada de su pareja, y rápidamente  se fue a dormir, a pensar en lo que había sentido, eso que nadie sabía, y de saberlo sería fatal.
Poco o nada quedaba ya de aquella muchacha llena de sueños, de ilusiones y proyectos que la vida se había encargado de ir deshojando como una margarita…me quiere…no me quiere.
No me quiere.
Esta historia continuará 
Capitulo II

Comentarios

Entradas populares de este blog

Mi Padre, un poco de historia

Hay historias que se revelan con el tiempo. La de mi padre es una, en parte he tenido que descubrirla, indagarla, porque en toda familia hay secretos, cosas que se callan, y que por el bien de las generaciones futuras, es necesario descifrar. Pueden acusarme que lo que escribo tiene mi visión. No pretendo nada diferente, resulta imposible dejarme fuera. Pero cada uno podría contar su versión de los hechos, es más me encantaría, además lo aconsejo es sumamente doloroso y terapéutico. Mis bisabuelos vinieron de Italia, con algunos de sus hijos, otros nacieron aquí. Tuvieron trece, tres veces mellizos. A mi bisabuela la conocí, murió longeva, tenía noventa y tres años, yo cinco. Era una anciana flacucha, de pelo largo, muy largo, canosa, cuyo pelo peinaban con un rodete. Olía a limpio siempre. Acudí al velatorio, me preguntaron si quería ir, dije que sí. Mi abuelo Antonio, era uno de sus hijos, un mellizo que sobrevivió la muerte de su par. Un hombre sufrido, ...

El oficio de Peluquero

Estudia Peluquería. Como es de público conocimiento, tenía un novio que trabajaba en Bagley. Aunque en sectores diferentes, todo el día permanecíamos en contacto. A mi padre la preocupaba la ocupación de su futuro yerno. No parecía tener muchas posibilidades de mejoras, y tal vez quedaría estancado en ese lugar para siempre. Demás está decir, que a falta de una vida exitosa, el hombre quería que la de sus hijas lo fuera. Metía baza constantemente con muy buenas intenciones de su parte, pero tenía derecho a hacerlo? Veámoslo juntos. Me insistía permanentemente con que el amor de mi vida, tenía que estudiar algo. Sugirió peluquería, un oficio limpio, según el, claro, que dejaba buenos dividendos. Errado no estaba, de hecho el susodicho sigue siéndolo hoy....aunque tuvo un período en el que se manifestó desocupado. Pero vamos por parte que la historia es larga. En mi profunda relación  edípica, por supuesto le hice caso, y se lo sugerí. Que más quiere una hija que confor...

La Reina Madre-como la conoci .

Como explique anteriormente, mi pareja era un poco reacia a presentarme a mi familia. Eso lo volvia misterioso, cuanto mas misterioso mas interesante. El venia a mi casa, conocia a toda mi familia, pero la de el nada. Era un chico introvertido, es un hombre introvertido. No le gusta hablar de sus cosas y ya se sabe como somos las mujeres, lo que no sabemos, lo imaginamos. Es curioso, pero esta mujer, mi ex suegra, aun esta viva, y la llama asi su hija, la Reina Madre. No es un calificativo mio, es un apodo que ellos le han puesto. Bien, debia tener en ese entonces, aproximadamente 21 años. Soy mala para recordar fechas y generalmente hago cuentas, paso tal, paso cual, y asi me voy acercando. Pero soy sumamente extricta con los detalles, puedo recordar exactamente la ropa, los olores, la situacion completa. Nos encontramos en la estación de Lanus, un lugar desconocido para mi, una chica capitalina, que miraba con ojos asombrados como si estuviera en el Cairo. Estaba muy...