Ponerle sangre.
Eso me dice mi hermana, luego que le mande uno de mis
escritos.
-Se mas vos, mostrate mas.
Me quedo pensando, sabía que le parecería poco sangriento.
Pero como podemos escribir una historia dolorosa sin que
duela tanto?
Porque soy apasionada, y fuerte, pero si me meto de esa manera
en las historias, lo primero que pasará es que me costará más escribir.
Lo segundo es que será una visión más fragmentada.
No es esa mi intención, soy consciente que solo poseo una
parte de mi historia.
Las otras partes corresponden a la mirada de los demás.
Es imposible abarcar todas las miradas, y es ahí donde soy
yo.
No escribo para vengarme como algunos me han dicho, escribo
para desahogarme.
No es posible la venganza cuando lo que uno cuenta es
verdad, y podría apretar el acelerador más a fondo, porque hay historias que no
voy a contar.
Porque hasta a mi me avergüenzan.
También hay gente que dice que prefiere preservarse, yo doy
la cara, no tengo nada de que preservarme, a esta altura, ya no me importa
nada.
Para mí, contar mi verdad es preservarme, porque si algo es
recurrente en mi vida es que no me preserve.
No me preserve por ejemplo cuando entregue dinero sin documentación
respaldatoria.
No me preserve cuando compre una casa con mis padres sin
dejar en claro las condiciones.
No me preserve cuando permití que me juzgaran.
Y podría seguir hasta el año que viene.
Lo digo en voz alta, no para que el mundo se entere, lo digo
en voz alta para decírmelo a mí misma.
Para no volver a caer en el error que los demás dirijan mi
vida.
En una ocasión mi hermano me dijo:
-Siempre haces lo que te da la gana!!!
Ojala fuera cierto, estaría bien.
Pero no fue así, lamentablemente, no lo fue.
Tampoco soy una víctima, no lo crean porque no es verdad.
Soy una persona que tomó malas decisiones y en un punto me
arrepiento de ello.
Lo reconozco públicamente.
Sé que en la historia quedan implicadas personas a las que
no les gusta.
El caso de Beatriz por ejemplo, quien me pregunto por qué no
lo hablé personalmente.
Y que tenía que hablar con ella?
Yo tenía una relación con el hermano, no con ella, lo que
hizo o hicieron se lo hicieron a él, yo solo fui un daño colateral.
Ahora puedo decirle sin que me tiemble un músculo, que el
reclamo se lo tiene que hacer a ellos, no a mí.
Pero en aquel momento no se veía tan claro, o si, pero en
aquella época lo amaba.
El dinero no es lo importante, lo importante es el valor
personal, como dije nadie se lleva nada puesto, es imposible.
Seguiré escribiendo porque me hace bien, y porque estos son
apenas pequeñas pinceladas de mi vida.
Escribir y ver, se han convertido en la misma cosa.
Cuando escribo, vuelvo a ser el personaje que era, siento,
huelo, pienso como ella.
Revivirlo es volver a sufrirlo.
Luego pasa y el dolor se calma, llega la paz.
Y con la paz, llega el entendimiento, la comprensión, la
verdad.
No voy a decir nada nuevo, pero uno repite y pretende
resolver las historias familiares de los ancestros.
He estudiado en detalle mi árbol familiar, descubriendo
cuestiones impensadas.
Si no resolvemos el pasado no tenemos futuro.
Llevo en mi exceso de peso, la carga de todas esas
historias, y en mi adicción al tabaco, las conductas destructivas y suicidas.
Como ven, soy totalmente consciente del problema, pero ese
es solo el síntoma, la o las enfermedades son otras.
Y poco a poco las voy descubriendo.
Aunque duela, y mi hermana me pida más sangre.
Esta es solo una pequeña reflexión dedicada a aquellos a los que les molesta que los incluya
en mi vida.
Los invito a escribir la suya.
Esta historia
continuará
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